Gárate es un símbolo del Atlético de Madrid por su calidad tanto humana como profesional. Siempre fue admirado y querido no sólo por la afición rojiblanca sino también por la española. Fue el prototipo de jugador elegante y caballero; su juego se basaba en la técnica y la inteligencia futbolística; Gárate explica sus cualidades:”Procuré ser un hombre de equipo, intentando ayudar a quien llevaba el balón de alguna manera: apoyándole, desmarcándome, abriendo huecos... No era un delantero de fuerza ni arrollador, que se llevaban muchos en aquellos años”. Gárate creo escuela, dejo huella y marcó una época desde el puesto de delantero centro.
SU FICHAJE POR EL ATLETICO
José Eulogio Gárate nació el 20 de septiembre de 1944 en Buenos Aires (Argentina), aunque, a los pocos meses, su familia se trasladó a Eibar. Antes de fichar por el At.Madrid jugó en el Eibar y en el Indauchu.
Gárate nos detalla como llegó al Atlético de Madrid:
“Tenía ofertas de distintos equipos, entre ellos el At.Bilbao. Yo jugaba en el Indauchu de Segunda División. Por motivos familiares, yo nací en Argentina, aunque a los seis meses ya vine a España. El At.Bilbao me obligaba a hacer el servicio militar al hacerme español, pero el At.Madrid logró mi nacionalidad española sin tener que hacer el servicio militar. Me convalidó hacerlo en el consulado argentino. Me dedicaba más al estudio que al deporte. Prácticamente no me había entrenado hasta que llegué al Atlético. Jugaba los domingos y sólo en la época del Indauchu me entrenaba dos días a la semana. Me faltaba la preparación de base, que luego fui adquiriendo en el curso de un tiempo maravilloso en mi vida. Cuando llegué al equipo acababan de ser campeones de Liga. Siendo realista, no tenía muchas esperanzas de jugar. Estaban Luis Aragonés, Adelardo, Collar, Ufarte y Mendoza en la delantera, con Cardona y Jones como suplentes que también jugaban. Y teniendo a estos fenómenos pensé en hacer mis pinitos y acabar la carrera, pero lo de jugar...”
El 16 de octubre de 1966, José Eulogio Gárate debutó con los rojiblancos. El Atlético confiaba mucho en este joven delantero, lleno de calidad y olfato goleador. Ese día, en la sexta jornada del campeonato, el At.Madrid ganó por 2-1 a Las Palmas en el Estadio del Manzanares lo que suponía la primera victoria colchonera en Liga en su nuevo campo. Gárate ocupó el puesto de delantero centro formando el ataque junto al extremo derecho, Ufarte, el interior diestro, Urtiaga, el interior zurdo, Mendoza, y el extremo izquierdo, Collar. El delantero rojiblanco se mostró nervioso durante el partido acusando su debut en un equipo de tanta categoría y, encima, ante su propia afición. Aun así cuajo un aceptable partido lo que le valió para jugar más encuentros desde aquel moment. En la siguiente jornada, el 30 de octubre, Gárate consiguió sus dos primeros goles; el Atlético de Madrid derrotó por 3-0 al Sabadell en el Estadio del Manzanares gracias los tantos de Gárate (12’ y 51’) y Urtiaga (89’). Desde entonces, Gárate se consolido y acabó siendo un mito.
GARATE EN CIFRAS
Gárate se consolidó como delantero centro titular colchonero durante su estancia en el Manzanares. El atacante permaneció once temporadas en el club rojiblanco desde la 66/67 a la 76/77. “El Ingeniero del Area” disputó 326 partidos oficiales marcando 136 tantos con la camiseta rojiblanca: Liga: 241 y 110 goles (cuarto máximo realizador en la historia del club); Copa: 49 encuentros y 15 tantos; Competiciones europeas: 34 partidos y 11 dianas; Copa Intercontinental: 2 choques.
Además, se adjudicó tres Trofeos Pichichi (récord en el At.Madrid): 1968/1969 con 14 goles compartido con Amancio; 1969/1970 con 16 dianas junto a Amancio y Luis Aragonés; 1970/1971 con 17 tantos empatado con Rexach. Asimismo, vistió en 18 ocasiones la camiseta de la selección española logrando 5 goles.
Gárate acumuló este palmares como rojiblanco: 3 Ligas (1969/1970, 1972/1973 y 1976/1977), 2 Copas (1972 y 1976), 1 Copa Intercontinental (1975), 1 Subcampeonato de Liga (1973/1974), otro de la Copa de Europa (1974) y otro de la Copa (1975), y unas semifinales de la Copa de Europa (1971) y de la Recopa (1977).
SU RETIRADA POR UN HONGO
Una infección de su rodilla izquierda causada por un hongo precipitó la retirada de Gárate. El delantero colchonero estuvo cerca de perder su pierna, pues los médicos no daban con el diagnóstico. Los meses pasaban y Gárate seguía en cama. En la temporada 1976/1977, Gárate apenas pudo jugar unos minutos con los colchoneros. Al final, los médicos vencieron a la infección, pero ya Gárate no pudo volver a jugar y, de hecho, hoy en día todavía tiene secuelas de aquel maldito hongo que entró en su pierna izquierda, si bien no le impiden llevar una vida plenamente normal.
Gárate explica el proceso de su infección:” La lesión por el taco, como punto inicial (el hongo procedía de la cal de las líneas del campo y entró por una brecha en mi rodilla), se produjo el 1 de febrero de 1976 en un At.Madrid 3 Elche 0; las molestias empezaron en agosto, pasé tres veces por el quirófano y la infección de hongos se descubrió en diciembre. En marzo de 1977 quedó bien enfocado el problema. El primer día de abril abandoné la clínica. Y recibí el alta definitiva a finales de 1977 por el temor a que se reactivase la infección de que hubiera podido quedar algo”.
El 1 de junio de 1977, se celebró el partido homenaje a Gárate. El At.Madrid perdió por 3-2 frente a una selección vasca formada por jugadores de la Real Sociedad y del At.Bilbao en un lleno Estadio Vicente Calderón. Los hinchas rojiblancos abarrotaron el Estadio y eso que el encuentro se disputo un miércoles laborable. Gárate realizó, apoyado en sus muletas, el saque de honor en medio de una ovación grandiosa y sentida; incluso se le saltaron las lágrimas al comprobar el cariño que le profesaba la afición. Gárate recibió la Medalla de Plata al Mérito Deportivo y numerosos regalos de las peñas atléticas. Al final del encuentro, los vascos regalaron la Copa a un Gárate con lágrimas en los ojos. El delantero declaró emocionado:”Permanecer once años en el Atlético es algo que tengo grabado y que nunca olvidaré. El homenaje ha sido un día imborrable que no se puede describir con palabras. Todos se han portado conmigo excelentemente”.
Después de su retirada, Gárate ejerció su carrera de ingeniero industrial en varios negocios inmobiliarios e industriales. En el año 1980 permaneció durante cuatro meses como vocal en la directiva de Alfonso Cabeza, pero no aguantó la forma de dirigir el club de Cabeza y dimitió de su cargo.
P.D.: Uno de los días más felices de mi vida fue cuando conocí a Gárate con motivo de mi tesis doctoral. Fue maravilloso charlar durante más de un hora con un mito del Atleti.