Ricardo Zamora Martínez nació en Barcelona el 21 de enero de 1901. Fue un portero internacional de fútbol español en el primer tercio del siglo XX que alcanzó gran relevancia a lo largo de su carrera. Considerado el primer crack del fútbol español, jugó en el Espanyol, el F.C. Barcelona y el Real Madrid. Tras finalizar su carrera como futbolista desarrolló una amplia y laureada trayectoria como entrenador.
El 12 de junio de 1939, el Aviación Nacional contrató a Ricardo Zamora como nuevo entrenador . El 15 de septiembre de 1939, el diario “Ya” publicó la noticia de la fusión del Athletic Club de Madrid y el Aviación Nacional. Ricardo Zamora elaboró el artículo donde destacó que el nuevo club debía cumplir una serie de objetivos inmediatos como la siembra del césped de Vallecas, la reforma de sus graderíos y sus accesos, la instalación de una valla y la confirmación de la calle Alcalá, 37 (último domicilio del Athletic), como sede social del Athletic-Aviación Club. Y, finalmente, Zamora se quedó como entrenador de este club madrileño.
El legendario portero español dirigió 214 partidos oficiales en el club
rojiblanco con un balance de 107 victorias (50%), 44 empates (21%) y 63
derrotas (29%). Consiguió dos Ligas (39/40 y 40/41), un subcampeonato
(43/44), dos terceros puestos (41/42 y 44/45), un séptimo (45/46) y un
octavo (42/43). En la Copa, alcanzó las semifinales en 1944, los cuartos
de final en 1942, 1943, 1945 y 1946, y sólo cayó en los octavos de
final en 1940.
Pero al margen de los números, Zamora dio al At.Aviación
un prestigio y un estilo de juego que agradó en todos los campos de
nuestro país. Con un fútbol sencillo, directo, alegre y con clara
vocación ofensiva, el equipo de Zamora dejó huella en el aficionado
español. Además, “El Divino” Zamora ha pasado a la historia como el
primer entrenador que consiguió una Liga para el club colchonero. El
At.Aviación tuvo la suerte de disfrutar con la presencia de un genio del
fútbol durante siete temporadas. Los viejos aficionados rojiblancos
todavía recuerdan a Zamora dirigiendo los entrenamientos y sentado en el
banquillo tanto en Vallecas como en el Metropolitano. También los
futbolistas que jugaron a sus órdenes rememoran su figura con
admiración, así por ejemplo, Germán, añade sobre Zamora:”Hombre de gran
personalidad, inteligente, muy preparado y con empaque en todas sus
actuaciones deportivas y sociales".
El 2 de junio de 1946, “Marca” tituló: “Ricardo Zamora cesa como entrenador del At.Aviación”, “Quedará al frente de la secretaría técnica”. Zamora acababa contrato aquella temporada y decidió dejar su puesto en el banquillo para dirigir la secretaría técnica del club. Sin embargo, el 26 de junio, Zamora declinó seguir como secretario técnico, abandonó el At.Aviación y firmó con el Celta como nuevo preparador. Zamora comentó que “mientras sienta ilusión por el fútbol necesito el ambiente del balón” y añadió que “después de tantos años de luchar en los campos de juego, creo que mi actuación no puede limitarse a la burocracia del fútbol”. Zamora se marchaba por decisión propia del At.Aviación después de siete temporadas; el 4 de julio, se despidió con una cena junto a los directivos y los jugadores colchoneros.
Luego, Ricardo Zamora dirigió al Celta (1946-1948), Málaga (1949-1951 y 1953-1955), Español (1955-1957 y 60-61 y 61/62 junto a Arcas en estas dos últimas temporadas), dos partidos a la selección española (1952), Lasalle de Caracas (Venezuela) y la selección de Venezuela (1952-1953). También ejerció como secretario técnico y relaciones públicas Español, el club de sus amores, durante varios años. Murió el 7 de septiembre de 1978 en Barcelona y la Real Federación Española de Fútbol le concedió la Medalla de Oro al Mérito Deportivo.
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